Por que nos quieren seguir haciendo currar como cabrones y pagarnos con piedras.
No puede ser!!! nos deben oir!!
La
investigación y la innovación son cruciales para el desarrollo y el
bienestar de la sociedad, especialmente en tiempos de crisis. En estos
momentos se está demostrando que la supuesta prosperidad que daba el
ladrillo no era sino pan para ayer y hambre para hoy, y la economía
española sigue inmersa en la crisis de la que han salido ya varios
países vecinos, que han optado por un modelo económico más sólido.
En este contexto de crisis, tras una década de complacencia, se empezó a hablar con urgencia de la necesidad de un cambio de modelo en pos de una economía sostenible. Sin embargo, observamos, alarmados y con desazón, que la inversión en investigación y desarrollo es el primer "daño colateral" en las finanzas del Estado, a pesar de que sólo dedicamos a Investigación+Desarrollo+innovación (I+D+i) el 1’35% del PIB (1), frente al 2% que se había marcado el PSOE como objetivo para el año 2010 (2) o el 3% que fija como meta la Agenda de Lisboa y el Objetivo de Barcelona (3), (4), (5), cifra que ya es notablemente inferior a la inversión actual de nuestros vecinos del norte de Europa (6).
El daño no se limita al Gobierno central y sus presupuestos, pues la gran mayoría de las Comunidades Autónomas también ha recortado los recursos destinados a investigación o a universidades, en algunos casos en un porcentaje muy elevado. Un colectivo muy afectado por este "tijeretazo" será el de los aspirantes a entrar en la carrera investigadora y, especialmente, el de los científicos con contrato temporal, que verán en muchos casos como éste no se renueva, después de todos sus años de trabajo, durante un proceso de formación y perfeccionamiento continuo financiado en gran parte por el Estado, que desaprovecha así su inversión.
El sector científico fue totalmente marginado de las medidas anticrisis, cuando un Plan-E (7) consagrado a la Investigación y a las infraestructuras científicas podría haber cumplido los mismos objetivos que el efectivamente realizado y haber supuesto un salto cualitativo aprovechable en años posteriores, a diferencia de muchas de las obras que fueron financiadas por el Gobierno central. Del mismo modo, el aumento del paro debería haber impulsado un programa nacional urgente de formación de investigadores y técnicos y de reciclaje de trabajadores de sectores excedentes; además, hubiese sido un excelente momento para impulsar las actividades de I+D+i en el sector privado, especialmente en las PYMES, las más afectadas por la crisis. Oportunidades para conjuntar estímulo y avance de la ciencia y la tecnología no faltan.
Así, en lugar de esforzarse por obtener recursos e idear medidas de estímulo a la I+D+i, ésta ha sido la principal sufridora de la “austeridad”, lo que implicará, necesariamente, que no se puedan cumplir muchas metas. Por detrás de algo que puede sonar tan abstracto como sistema de I+D+i, se esconden cosas tan concretas como la investigación del cambio climático, el descubrimiento de nuevos medicamentos, la optimización energética y el desarrollo de fuentes de energía alternativas, la lucha contra el cáncer, etc. El recorte financiero implicará necesariamente un retraso en estas y otras investigaciones.
Esta amenaza coyuntural, muy preocupante por sí sola, se ve agravada en gran medida porque el sistema científico español adolece de una serie de males estructurales, endémicos, que, en el mejor de los casos, son parcheados de un modo deficiente. Entre estos, podemos señalar:
En este contexto de crisis, tras una década de complacencia, se empezó a hablar con urgencia de la necesidad de un cambio de modelo en pos de una economía sostenible. Sin embargo, observamos, alarmados y con desazón, que la inversión en investigación y desarrollo es el primer "daño colateral" en las finanzas del Estado, a pesar de que sólo dedicamos a Investigación+Desarrollo+innovación (I+D+i) el 1’35% del PIB (1), frente al 2% que se había marcado el PSOE como objetivo para el año 2010 (2) o el 3% que fija como meta la Agenda de Lisboa y el Objetivo de Barcelona (3), (4), (5), cifra que ya es notablemente inferior a la inversión actual de nuestros vecinos del norte de Europa (6).
El daño no se limita al Gobierno central y sus presupuestos, pues la gran mayoría de las Comunidades Autónomas también ha recortado los recursos destinados a investigación o a universidades, en algunos casos en un porcentaje muy elevado. Un colectivo muy afectado por este "tijeretazo" será el de los aspirantes a entrar en la carrera investigadora y, especialmente, el de los científicos con contrato temporal, que verán en muchos casos como éste no se renueva, después de todos sus años de trabajo, durante un proceso de formación y perfeccionamiento continuo financiado en gran parte por el Estado, que desaprovecha así su inversión.
El sector científico fue totalmente marginado de las medidas anticrisis, cuando un Plan-E (7) consagrado a la Investigación y a las infraestructuras científicas podría haber cumplido los mismos objetivos que el efectivamente realizado y haber supuesto un salto cualitativo aprovechable en años posteriores, a diferencia de muchas de las obras que fueron financiadas por el Gobierno central. Del mismo modo, el aumento del paro debería haber impulsado un programa nacional urgente de formación de investigadores y técnicos y de reciclaje de trabajadores de sectores excedentes; además, hubiese sido un excelente momento para impulsar las actividades de I+D+i en el sector privado, especialmente en las PYMES, las más afectadas por la crisis. Oportunidades para conjuntar estímulo y avance de la ciencia y la tecnología no faltan.
Así, en lugar de esforzarse por obtener recursos e idear medidas de estímulo a la I+D+i, ésta ha sido la principal sufridora de la “austeridad”, lo que implicará, necesariamente, que no se puedan cumplir muchas metas. Por detrás de algo que puede sonar tan abstracto como sistema de I+D+i, se esconden cosas tan concretas como la investigación del cambio climático, el descubrimiento de nuevos medicamentos, la optimización energética y el desarrollo de fuentes de energía alternativas, la lucha contra el cáncer, etc. El recorte financiero implicará necesariamente un retraso en estas y otras investigaciones.
Esta amenaza coyuntural, muy preocupante por sí sola, se ve agravada en gran medida porque el sistema científico español adolece de una serie de males estructurales, endémicos, que, en el mejor de los casos, son parcheados de un modo deficiente. Entre estos, podemos señalar:
- Cambio continuo de los responsables burocráticos y de las estructuras de gestión de la investigación.
- Falta de un calendario fijo de convocatorias de los diversos programas de ayudas a grupos y proyectos de investigación y atrasos burocráticos en su concesión.
- Ausencia de continuidad y estabilidad en los programas de Recursos Humanos, con continuos cambios en las fechas de las convocatorias y reiteradas dilaciones en la resolución.
- Arbitrariedad y falta de planificación en los sistemas de selección, promoción y estabilización, que implican la carencia de una política de RRHH sólida, competitiva y con un proyecto a largo plazo.
- Paralización de la nueva Ley de la Ciencia y de diversas iniciativas legislativas (EPDI (8), PL-A (9), PL-FJI (10), necesarias para la regulación de las figuras de las diversas carreras del sistema científico (gestora, docente, técnica e investigadora).
La comunidad científica ha expresado su más firme rechazo ante una situación que es insostenible. Creemos que es necesario mostrar nuestro malestar por esta situación y que es hora de salir a la calle y transmitir un mensaje claro, directo y contundente al Gobierno central, a los diferentes gobiernos autonómicos y a toda la sociedad española.
- Exigimos una apuesta clara y decidida por una sociedad basada en la investigación y el desarrollo como pilares de futuro, mediante un Pacto de Estado por la Ciencia y la Investigación. Exigimos un compromiso real, escrito y a largo plazo de los partidos políticos, con participación de los diferentes agentes sociales implicados y de las Comunidades Autónomas, para dotar de estabilidad y proyección al sistema científico español.
- Exigimos un incremento real (no basado en créditos reembolsables) de los recursos públicos y privados en el sector de I+D+i, de modo que en el plazo más corto posible se iguale la media europea en % de PIB y que se supere esa cifra en un plazo no superior a diez años, de forma que la economía española se convierta en un motor sólido y estable, a la altura de las potencias más desarrolladas. Así mismo, se han de evaluar y revisar, de acuerdo con los resultados o las políticas estratégicas, las subvenciones públicas al sector privado de I+D+i.
- Exigimos el diseño de una carrera investigadora basada en la planificación racional de las etapas y en la profesionalización digna de los diferentes estamentos del sistema científico, y que vaya acompañada de una política de recursos humanos rigurosa y coherente que favorezca la estabilización de los investigadores que hayan superado las evaluaciones oportunas y la promoción del personal debidamente examinado y acreditado.
Por todo esto, las diferentes asociaciones, sociedades, sindicatos, grupos e investigadores abajo firmantes creemos que es el momento de que toda la comunidad científica (gestores, docentes, técnicos y científicos) y la sociedad en general se unan en una gran movilización para lanzar un fuerte mensaje al gobierno estatal y a los gobiernos autonómicos: es necesario que todos juntos apostemos clara y decididamente por la ciencia y la innovación en este país.
SALGAMOS TODOS A LA CALLE EL DÍA 6 DE MARZO DE 2010 PARA HACER LLEGAR ESTE MENSAJE:
3 comentarios:
Siempre me gusta hacer un poco de abogado del diablo.
Supongo que el principal problema que tiene la investigación, cara al público, es la dudosa utilidad de la misma. Preguntale a mi madre a que me dedico "hace cosas con algas, para... hacer una lista de especies, no sé para qué..."
España no es un pais de investigación, principalmente porque no "interesa" economicamente aquí y ahora. Es cierto que el saber no ocupa lugar, pero también es cierto que en determinados momentos, el saber por saber, tampoco tiene lugar. Supongo que nos encontramos en esta situación, en la que se puede comprender una inversión en un problema como el agotamiento de energías no renobables, pero no en la reproducción del escarabajo pelotero, igual que no se estudia la cura para una enfermedad que solo padece una persona. Es muy triste, pero es.
Yo, realmente creo, que si "el pueblo" (desde el político de turno hasta el panadero de la esquina)comprendiese que incluso detrás del hormigón hay un físico de materiales que ha investigado en la modífica de éste, para aumentar su resistencia, por ejemplo, la investigación sería apoyada no solo por las personas que se dedican a ella, sino por todos los qu nos beneficiamos.
QUÉ TAL LA MANIFA?
La manifa bien cabrones, que no vi a nadie y la única que se salva aquí es la dislexica idiomática. Ahora, que haya que priorizar en la investigación no lo discuto joder pero que investigar es invertir en futuro es una realidad. Os dejo un blog que tiene una gráfica a mi parecer muy esclarecedora
http://www.ensilicio.com/2010/03/manifestacion-investigar-es-invertir-en-futuro.html
Concretamente la del apartado inversión en ciencia y riqueza. Nacionalidad andorrana ya!
Un saludo
Publicar un comentario